HEMC 37: APERITIVOS

Queremos agradecer a La Olla Suiza que nos haga anfitriones del nuevo evento culinario mensual HEMC # 37, cuyo tema son los APERITIVOS.

Esperamos que os inspire a participar y hacer valiosas aportaciones, donde el abanico es tan rico y tan amplio como se desee, donde conviven aquellos aperitivos de contrastada popularidad y raigambre hasta esas miniaturas futuristas y de orfebrería que a veces revisitan la tradición y otras experimentan con los ingredientes más arriesgados e impensables.

También deseamos que la temática sea de vuestro interés y que mantenga la elevada participación que se muestra en los distintos HEMC, signo ello de una buena acogida por vuestra parte y del tino en elegir el tema.

Si se consulta el diccionario de la Real Academia Española encontramos la definición de APERITIVO:

“(Del lat. aperitīvus).
1. adj. Que sirve para abrir el apetito. U. t. c. s. m.
2. adj. Med. Que sirve para combatir las obstrucciones, devolviendo su natural permeabilidad a los tejidos y abriendo las vías que recorren los líquidos en el estado normal. U. t. c. s. m.
3. m. Bebida que se toma antes de una comida principal.
4. m. Comida que suele acompañar a esta bebida.”

Las cuatro acepciones son importantes sobre lo que hemos podido dilucidar, aunque no incluye un significado en concreto -que se aplica en algunos países-, como es el ínterin de tiempo que va desde la salida del trabajo al mediodía hasta la hora del almuerzo. Y si tenemos en cuenta este conjunto significativo comprobaremos que el hábito de un aperitivo no tiene exclusividad territorial, es un término globalizado mucho antes de la era de la globalización y que su origen se remonta a los amaneceres de la civilización.

Las tapas de España, tan en boga en el momento actual pero que fueron de una brillantez soberbia durante el Barroco, -mencionadas por Miguel de Cervantes, Lope de Vega y Quevedo en sus obras-, los antipasti italianos, los hors d’oeuvre franceses, los imbiss alemanes, los mezze balcánicos, los zakuski de eslovenia, los smörgåsbord suecos, los boca, picada o botana de Latinoamérica, etc., son modalidades de aperitivos que muestra esa diversidad y riqueza sobre la que no se puede aventurar una procedencia sin caer en discusiones baladíes.

Se sabe que en la cultura egipcia se ofrecía una bebida digestiva como aperitivo, así como los romanos durante la gustatio se ingerían los gustus para abrir el apetito y favorecer la comunicación. Sin poder contrastarlo se dice que en España fue el rey Alfonso X El Sabio quien decretó que en los mesones castellanos se sirviera una ración de comida que acompañase la ingesta de vino en evitación que éste subiera rápido a la cabeza.

Tanto los vocablos aperitivo como tapa son de recién cuño, a partir del siglo XVII. Aperitivo derivado del latín significa “abrir el apetito” y como prolongación de un término que hasta ese momento sólo empleaban los médicos y los boticarios (acepción segunda de la RAE). Sobre la palabra tapa circula la anécdota que fue el rey Alfonso XIII quien la puso de moda cuando en el Ventorrillo del Chato (Cádiz) se la sirvieron a la usanza: una lonchita de jamón encima de una copa de vino y pidió “otra tapa igual”, chanza real que fue imitada por el séquito que le acompañaba y que se extendió a la Corte.

Para finalizar con esta introducción vamos a poner una nota de salud de la mano del doctor Francisco Infante, médico jefe del Servicio de Nutrición Clínica del Hospital Universitario de Ginebra, que asegura que una copa de vino acompañada de una tapa previene de enfermedades como la hipercolesterolemia o el cáncer.

Os animamos a enfundaros el delantal y a ver si entre tod@s conseguimos que haya una nueva significación de aperitivos: la apelación al goce sensual y comunitario de una buena mesa, porque ¿no son, acaso, los aperitivos la tarjeta de presentación o la promesa de lo que acontecerá...?